31 mar 2013

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

 
Queridos Hermanos:
Desde la alegría de Cristo Resucitado, queremos felicitaros a todos los Hermanos y a sus Familias. 

¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!

Para nosotros los cristianos es esta una fecha importantísima, ya que la Resurrección de Cristo, al que hemos visto en días pasados como Rey Triunfante por las calles de nuestro Jerez,  o con la Cruz a cuestas, o clavado en la Cruz hasta su MUERTE por nosotros, es lo que hace verdaderamente importante nuestra fe y el sentido de la Semana Santa, ya que, conmemorando los Misterios de la Pasion y Muerte de N. S. Jesucristo, éstos nos llevan a la esperanza de la Gloria de la Resurrección.

Por ello Alegria y Paz, Hermanos, porque
CRISTO RESUCITÓ

TRAEMOS A ESTAS PAGINAS EL EVANGELIO DE CADA DOMINGO PARA LA LECTURA, REFLEXIÓN Y ORACION DE NUESTROS HERMANOS




EVANGELIO DEL DOMINGO

31 de Marzo 2013
 DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Juan, 20, 1-9
 
+Lectura del Santo Evangelio según San Juan
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: - «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. » Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le hablan cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Según el relato de Juan, María de Magdala es la primera que va al sepulcro, cuando todavía está oscuro, y descubre desconsolada que está vacío. Le falta Jesús. El Maestro que la había comprendido y curado. El Profeta al que había seguido fielmente hasta el final. ¿A quién seguirá ahora? Así se lamenta ante los discípulos: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
Estas palabras de María podrían expresar la experiencia que viven hoy no pocos cristianos: ¿Qué hemos hecho de Jesús resucitado? ¿Quién se lo ha llevado? ¿Dónde lo hemos puesto? El Señor en quien creemos, ¿es un Cristo lleno de vida o un Cristo cuyo recuerdo se va apagando poco a poco en los corazones?
Es un error que busquemos "pruebas" para creer con más firmeza. No basta acudir al magisterio de la Iglesia. Es inútil indagar en las exposiciones de los teólogos. Para encontrarnos con el Resucitado es necesario, ante todo, hacer un recorrido interior. Si no lo encontramos dentro de nosotros, no lo encontraremos en ninguna parte.
Juan describe, un poco más tarde, a María corriendo de una parte a otra para buscar alguna información. Y, cuando ve a Jesús, cegada por el dolor y las lágrimas, no logra reconocerlo. Piensa que es el encargado del huerto. Jesús solo le hace una pregunta: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?".
Tal vez hemos de preguntarnos también nosotros algo semejante. ¿Por qué nuestra fe es a veces tan triste?
¿Cuál es la causa última de esa falta de alegría entre nosotros? ¿Qué buscamos los cristianos de hoy? ¿Qué añoramos? ¿Andamos buscando a un Jesús al que necesitamos sentir lleno de vida en nuestras comunidades?
Según el relato, Jesús está hablando con María, pero ella no sabe que es Jesús. Es entonces cuando Jesús la llama por su nombre, con la misma ternura que ponía en su voz cuando caminaban por Galilea: "¡María!". Ella se vuelve rápida: "Rabbuní, Maestro".
María se encuentra con el Resucitado cuando se siente llamada personalmente por él. Es así. Jesús se nos muestra lleno de vida, cuando nos sentimos llamados por nuestro propio nombre, y escuchamos la invitación que nos hace a cada uno. Es entonces cuando nuestra fe crece.
No reavivaremos nuestra fe en Cristo resucitado alimentándola solo desde fuera. No nos encontraremos con él, si no buscamos el contacto vivo con su persona. Probablemente, es el amor a Jesús conocido por los evangelios y buscado personalmente en el fondo de nuestro corazón, el que mejor puede conducirnos al encuentro con el Resucitado.
              
DISCERNIMIENTO, DIÁLOGO Y ORACION
 
Para la revisión de vida

ü  ¿He vivido esta Semana Santa como el camino que es a la resurrección y a la vida eterna? ¿He apostado por la Vida, en mi vida?
ü  Trataré de dedicar un tiempo de soledad y reflexión para vivenciar personalmente esta fiesta religiosa que, dentro del cristianismo, es «la madre de las fiestas».

Para la revisión de vida

ü  Reflexionar comunitariamente sobre la forma como los cristianos vivimos la semana santa y la fiesta de la Pascua. Llegar a alguna conclusión que ayude a revitalizar el tiempo de Pascua y vivirlo como comunidad, “visitada” por Jesús.

Para la oración de los fieles

v  Para que las comunidades cristianas demos testimonio de la resurrección, trabajando siempre en favor de la vida, y de una vida digna y justa. Oremos.
v  Para que todos los pueblos avancen en el camino de libertad, la justicia y la paz. Oremos.
v  Para que el esfuerzo personal y colectivo de todos los que buscan una persona más humana y una sociedad más justa y fraterna, no resulte estéril. Oremos.
v  Para que todos los que sufren las secuelas de la opresión, la violencia y la injusticia, encuentren más apoyo en nosotros para salir de su situación. Oremos
v  Para que nuestra fe en la resurrección nos haga perder todo miedo a la muerte y sus secuelas. Oremos
v  Para que el gozo por la resurrección de Cristo nos afiance en nuestro compromiso con el Reino de Dios y su justicia. Oremos.

Oración comunitaria, en familia o en grupo

Dios de Amor, Justicia y Fidelidad, que con tu poder, y con muchos signos ante la conciencia de sus discípulos, avalaste a Jesús de Nazaret tras la muerte que le infligieron sus perseguidores, para poner en claro que estabas de parte de él y que su Causa interpretaba tu misma Voluntad sobre el ser humano y sobre el mundo. Rescata también del sufrimiento, del olvido y de la muerte a tantos hombres y mujeres que, como Jesús, han dado la vida a lo largo de la historia en la defensa de otras tantas Causas como la suya, y haz de nosotros convencidos testigos anticipados del triunfo final de la Justicia, del Amor y de la Vida. Nosotros te lo pedimos por Jesús, hijo tuyo, hermano nuestro.


"Yo mismo Lo veré"

Y seremos nosotros, para siempre,
como eres Tú el que fuiste, en nuestra tierra,
hijo de la María y de la Muerte,
compañero de todos los caminos.

Seremos lo que somos, para siempre,
pero gloriosamente restaurados,
como son tuyas esas cinco llagas,
imprescriptiblemente gloriosas.

Como eres Tú el que fuiste, humano, hermano,
exactamente igual al que moriste,
Jesús, el mismo y totalmente otro,

así seremos para siempre, exactos,
lo que fuimos y somos y seremos,
¡otros del todo, pero tan nosotros!.

Soneto de Pedro Casaldáliga

28 mar 2013

Efeméride del 28 de marzo de 1962



Llegada de Nuestra Sra. De la Estrella a Jerez de la Frontera

 Hoy día 28 de marzo, es una fecha muy importante en la Historia de Nuestra Hermandad y Cofradía. Tal día como hoy llegaba a Jerez de la Frontera la Bendita Imagen de Nuestra Señora de la Estrella.

En año 1961 la Junta de Gobierno se planteó por vez primera la adquisición de la imagen de la Virgen. Tras visitar los talleres de varios escultores, la Comisión de hermanos encargada de esta tarea encuentra en el taller sevillano del escultor Sebastián Santos Rojas la talla de una Dolorosa que habría de convertirse en  Nuestra Señora de la Estrella.

Motivos de carácter sentimental originaron la inicial resistencia del artista a desprenderse de la talla, a lo que finalmente accedió tras numerosos ruegos y negociaciones. Finalmente, el 28 de marzo de 1962 la imagen llega a Jerez, realizándose su bendición el 27 de mayo del mismo año por el Rvdmo. Sr. Obispo Vicario Don José María Cirarda Lachiondo. No obstante, Nuestra Señora de la Estrella no procesionaria bajo palio hasta el Domingo de Ramos de 1969.

En este día de la efeméride de la llegada de Nuestra Señora de la Estrella a Jerez,  quisiera agradecer y reconocer a todos los miembros de “ONDA JEREZ” que a pesar de su conflicto laboral, un año más y reitero mi gratitud van acercar por gentileza de su trabajo, los Sagrados Titulares de su devoción, a tantos enfermos e impedidos. Yo en primera persona les felicito por su iniciativa, ya que gracias a ellos, en el año 1.997 pude desde una cama del Hospital, ver y sentir a mis Sagrados Titulares triunfantes, por las calles Jerezana y disfrutar de la Semana Santa.

Roguemos a Dios Nuestro Señor, que por la intersección de su Santísima Madre Nuestra Señora de la Estrella, ilumine a nuestros Gobernantes para que sepan gestionar esta “crisis” que tanto sufrimiento esta causando en nuestro Jerez, en España y en el mundo entero, para que todos los conflictos laborales se resuelvan satisfactoriamente y todas las personas recuperen la dignidad perdida.

Hoy, fecha en la que conmemoramos el LI Aniversario de la llegada de Nuestra Señora de la Estrella,  recemos una oración por nuestros Hermanos Difuntos, por las intenciones de nuestra Hermandad y por todas las personas que de forma anónima han colaborado en el engrandecimiento de la devoción hacia Nuestra Señora de la Estrella, durante estos cincuenta y un año.

Abelardo Escudero Torres

Que así como Jesús tuvo una actitud humilde y pacífica cuando entró en Jerusalén sobre una “Borriquita”, seamos nosotros ejemplos de paz y humildad para los demás.

¡Que las almas de nuestros difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.!

¡ DIOS BENDIGA LA HERMANDAD !

 RECUERDA “ UN POCO DE TU SANGRE PUEDE SALVAR UNA VIDA “

27 mar 2013

FOTOS DOMINGO DE RAMOS 2013

Traemos aquí algunas fotos de nuestra Estración Penitencial de este año de algunos medios de comnunicación y de amigos que reproducimos aquí.












24 mar 2013

ARTICULO QUE NOS ENVIA NUESTRO HERMANO D. ABELARDO ESCUDERO TORRES


DOMINGO DE RAMOS 2013
Mañana radiante y silenciosa, rayos de sol que penetran por nuestras ventanas y generan un suspiro de emoción contenida, cansancio acumulado por la falta de sueño, azahares que inundan de aromas la plaza Rafael Rivero y San Marcos, y es que hoy es Domingo de Ramos.

Despertad hermanos, como diría cual pregonero “que hasta aquí vengo a anunciaros que ya es Domingo de Ramos, que por las calles de Jerez, que por las calles de San Marcos, Cristo Rey Triunfante saldrá para darnos una vez más una lección de amor, entrega y sacrificio.”

Hoy participaremos en la Estación Penitencial, acompañado a nuestros Sagrados Titulares, porque tenemos el privilegio y la responsabilidad  de vestir con orgullo nuestro hábito Nazareno,  bajo el anonimato del antifaz en primavera, o bien  portando a nuestros Sagrados Titulares.

Domingo de Ramos para la meditación y la reflexión, desde la soledad personal e intima de cada uno en su particular estación de penitencia. Tiempo para la reflexión y meditación personal de nuestra aptitud con la Hermandad. Reflexionemos, meditemos y recapacitemos con la mayor de las humildades, y hagamos examen de conciencia ante Dios Nuestro Señor, porque la Hermandad ha pasado por unos momentos bastantes delicados, que si bien pudiera parecer exagerado, hoy podríamos estar hablando de un  Domingo de Ramos diferente en la Semana Santa Jerezana.

En este Domingo de Ramos, tan especial por el comienzo del Pontificado del Santo Padre Francisco, bendito hombre que Dios nos ha regalado. Seamos todos ejemplo de su humildad. Recemos una oración por sus intenciones y por el arduo trabajo a desarrollar en su Pontificado.

Mi agradecimiento y reconocimiento a mis Hermanos de la Junta de Gobierno, a todos sus colaboradores y a los que solamente con su asistencia engrandecen la Hermandad, el esfuerzo y la entrega, callada y constante, trabajando día y noche en los múltiples preparativos para que hoy todos disfrutemos de un nuevo DOMINGO DE RAMOS
Con el deseo de que un año más, testimoniemos en nuestra estación  de penitencia,  con nuestro ejemplo que podemos ser mejores y  vivir más cerca de Cristo, en este Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, que concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Que así como Jesús tuvo una actitud humilde y pacífica cuando entró en Jerusalén sobre una “Borriquita”, seamos nosotros ejemplos de paz y humildad para los demás.
Oración

Que las almas de nuestros difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.
"VIRGEN SANTÍSIMA DE LA ESTRELLA,

Sé siempre nuestra guía al Cielo"


¡ DIOS BENDIGA LA HERMANDAD !

TRAEMOS A NUESTRAS PAGINA EL EVANGELIO DEL DOMINGO, PARA LA LECTURA, REFLEXIÓN Y ORACIÓN DE NUESTROS HERMANOS



EVANGELIO DEL DOMINGO

24 de Marzo 2013
 DOMINGO DE RAMOS (C)
Lucas, 22, 14-23-56

+Lectura de la  Buena Noticia según San Lucas
La Cena del Señor.

C. Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos, y les dijo:
+. - He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que se cumpla en el Reino de Dios.
C. Y, tomando una copa, dio gracias y dijo:
+. - Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios.
C. Y, tomando pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
+. - Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.
C. Después de cenar, hizo lo mismo con la copa diciendo:
+. - Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros. Pero mirad: la mano del que me entrega está con la mía en la mesa. Porque el Hijo del hombre se va según lo establecido; pero ¡ay de ése que lo entrega!
C. Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos podía ser el que iba a hacer eso.

Quién es el más importante.

C. Los discípulos se pusieron a disputar sobre quién de ellos debía ser tenido como el primero. Jesús les dijo:
+. - Los reyes de los gentiles los dominan y los que ejercen la autoridad se hacen llamar bienhechores. Vosotros no hagáis así, sino que el primero entre vosotros pórtese como el menor, y el que gobierne, como el que sirve.
Porque, ¿quién es más, el que está en la mesa o el que sirve?, ¿verdad que el que está en la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
+. Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas, y yo os transmito el Reino como me lo transmitió mi Padre a mí: comeréis y beberéis a mi mesa en mi Reino, y os sentaréis en tronos para regir a las doce tribus de Israel.

Jesús anuncia la negación de Pedro.

C. Y añadió:
+. - Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo. Pero yo he pedido por ti para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos.
C. Él le contestó:
D. - Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte.
C. Jesús le replicó:
+. - Te digo, Pedro, que no cantará hoy el gallo antes que tres veces hayas negado conocerme.

Se acerca la hora de la prueba.

C. Y dijo a todos:
+. - Cuando os envié sin bolsa ni alforja, ni sandalias, ¿os faltó algo?
C. Contestaron:
D. - Nada.
C. Él añadió:
+. - Pero ahora, el que tenga bolsa que la coja, y lo mismo la alforja; y el que no tiene espada que venda su manto y compre una. Porque os aseguro que tiene que cumplirse en mí lo que está escrito: «Fue contado con los malhechores».
Lo que se refiere a mí toca a su fin.
C. Ellos dijeron:
D. - Señor, aquí hay dos espadas.
C. Él les contestó:
+. - Basta.

Jesús ora en Getsemaní.

C. Y salió Jesús como de costumbre al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo:
+. - Orad, para no caer en la tentación.
C. Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra, y, arrodillado, oraba diciendo:
+. - Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
C. Y se le apareció un ángel del cielo que lo animaba. En medio de su angustia oraba con más insistencia. Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo. Y, levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la pena, y les dijo:
+. - ¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación.

Jesús es arrestado.

C. Todavía estaba hablando, cuando aparece gente: y los guiaba el llamado Judas, uno de los Doce. Y se acercó a besar a Jesús.
Jesús le dijo:
+. - Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
C. Al darse cuenta los que estaban con él de lo que iba a pasar, dijeron:
D. - Señor, ¿herimos con la espada?
C. Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha.
Jesús intervino diciendo:
+. - Dejadlo, basta.
C. Y, tocándole la oreja, lo curó.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los oficiales del templo, y a los ancianos que habían venido contra él:
+. - ¿Habéis salido con espadas y palos a caza de un bandido?  
A diario estaba en el templo con vosotros, y no me echasteis mano. Pero ésta es vuestra hora: la del poder de las tinieblas.

Pedro niega conocer a Jesús.

C. Ellos lo prendieron, se lo llevaron y lo hicieron entrar en casa del sumo sacerdote.
Pedro lo seguía desde lejos.
Ellos encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó entre ellos.
Al verlo una criada sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y le dijo:
D. - También éste estaba con él.
C. Pero él lo negó diciendo:
D. - No lo conozco, mujer.
C. Poco después lo vio otro y le dijo:
D. - Tú también eres uno de ellos.
C. Pedro replicó:
D. - Hombre, no lo soy.
C. Pasada cosa de una hora, otro insistía:
D. - Sin duda, también éste estaba con él, porque es galileo.
C. Pedro contestó:
D. - Hombre, no sé de qué hablas.
C. Y estaba todavía hablando cuando cantó un gallo. El Señor, volviéndose, le echó una mirada a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho; «Antes de que cante hoy el gallo, me negarás tres veces».
Y, saliendo afuera, lloró amargamente.

Se burlan de Jesús.

C. Y los hombres que sujetaban a Jesús se burlaban de él dándole golpes.
Y, tapándole la cara, le preguntaban:
D. - Haz de profeta: ¿quién te ha pegado?
C. Y proferían contra él otros muchos insultos.

Jesús ante la Junta Suprema.

C. Cuando se hizo de día, se reunió el senado del pueblo, o sea, sumos sacerdotes y letrados, y, haciéndole comparecer ante su sanedrín, le dijeron:
D. - Si tú eres el Mesías, dínoslo.
C. Él les contestó:
+. - Si os lo digo, no lo vais a creer; y si os pregunto, no me vais a responder.
Desde ahora el Hijo del hombre estará sentado a la derecha de Dios todopoderoso.
C. Dijeron todos:
D. - Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?
C. Él les contestó:
+. - Vosotros lo decís, yo lo soy.
C. Ellos dijeron:
D. - ¿Qué necesidad tenemos ya de testimonios? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

Jesús ante Pilato.

C. El senado del pueblo, o sea, sumos sacerdotes y letrados, se levantaron y llevaron a Jesús a presencia de Pilato. Y se pusieron a acusarlo diciendo:
D. - Hemos comprobado que éste anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y diciendo que él es el Mesías rey.
C. Pilato preguntó a Jesús:
D. - ¿Eres tú el rey de los judíos?
C. Él le contestó:
+. - Tú lo dices.
C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la turba:
D. - No encuentro ninguna culpa en este hombre.
C. Ellos insistían con más fuerza diciendo:
D. - Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí.

Jesús ante Herodes.

C. Pilato, al oírlo, preguntó si era galileo; y al enterarse que era de la jurisdicción de Herodes, se lo remitió.
Herodes estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días.
Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento; pues hacía bastante tiempo que quería verlo, porque oía hablar de él y esperaba verlo hacer algún milagro.
Le hizo un interrogatorio bastante largo; pero él no le contestó ni palabra.
Estaban allí los sumos sacerdotes y los letrados acusándolo con ahínco.
Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y se burló de él; y, poniéndole una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos Herodes y Pilato, porque antes se llevaban muy mal.


Jesús, sentenciado a muerte.

C. Pilato, convocando a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, les dijo:
D. - Me habéis traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo; y resulta que yo le he interrogado delante de vosotros, y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas que le imputáis; ni Herodes tampoco, porque nos lo ha remitido: ya veis que nada digno de muerte se le ha probado.
Así que le daré un escarmiento y lo soltaré.
C. Por la fiesta tenía que soltarles a uno.
Ellos vociferaron en masa diciendo:
D. - ¡Fuera ése! Suéltanos a Barrabás.
C. (A éste lo habían metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio.)
Pilato volvió a dirigirles la palabra con intención de soltar a Jesús. Pero ellos seguían gritando:
D. - ¡Crucifícalo, crucifícalo!
C. Él les dijo por tercera vez:
D. - Pues, ¿qué mal ha hecho éste?
No he encontrado en él ningún delito que merezca la muerte. Así es que le daré un escarmiento y lo soltaré.
C. Ellos se le echaban encima pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo el griterío.
Pilato decidió que se cumpliera su petición: soltó al que le pedían (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su arbitrio.

Crucifixión de Jesús.

C. Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús.
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él.
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:
+. - Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: «Dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado».
Entonces empezarán a decirles a los montes: «Desplomaos sobre nosotros», y a las colinas: «Sepultadnos»; porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?
C. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.
Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía:
+. - Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
C. Y se repartieron sus ropas echándolas a suerte.
El pueblo estaba mirando.
Las autoridades le hacían muecas diciendo:
D. - A otros ha salvado, que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.
C. Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:
D. - Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
C. Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos».
C. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
D. - ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
C. Pero el otro le increpaba:
D. - ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.
C. Y decía:
D. - Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.
C. Jesús le respondió:
+. - Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Muerte de Jesús.

C. Era ya eso de mediodía y vinieron las tinieblas sobre toda la región, hasta la media tarde; porque se oscureció el sol.
El velo del templo se rasgó por medio.
Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:
+. - Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
C. Y, dicho esto, expiró.
El centurión, al ver lo que pasaba, daba gloria a Dios diciendo:
D. - Realmente, este hombre era justo.
C. Toda la muchedumbre que había acudido a este espectáculo, habiendo visto lo que ocurría, se volvían dándose golpes de pecho.
Todos sus conocidos se mantenían a distancia, y lo mismo las mujeres que lo habían seguido desde Galilea y que estaban mirando.

Jesús es sepultado.

C. Un hombre llamado José, que era senador, hombre bueno y honrado (que no había votado a favor de la decisión y del crimen de ellos), que era natural de Arimatea y que aguardaba el Reino de Dios, acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y, bajándolo, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.
Era el día de la preparación y rayaba el sábado.
Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea fueron detrás a examinar el sepulcro y cómo colocaban su cuerpo.
A la vuelta prepararon aromas y ungüentos.
Y el sábado guardaron reposo, conforme al mandamiento.

Palabra del Señor.

ANTE EL CRUCIFICADO

Detenido por las fuerzas de seguridad del Templo, Jesús no tiene ya duda alguna: el Padre no ha escuchado sus deseos de seguir viviendo; sus discípulos huyen buscando su propia seguridad. Está solo. Sus proyectos se desvanecen. Le espera la ejecución.
El silencio de Jesús durante sus últimas horas es sobrecogedor. Sin embargo, los evangelistas han recogido algunas palabras suyas en la cruz. Son muy breves, pero a las primeras generaciones cristianas les ayudaban a recordar con amor y agradecimiento a Jesús crucificado.
Lucas ha recogido las que dice mientras está siendo crucificado. Entre estremecimientos y gritos de dolor, logra pronunciar unas palabras que descubren lo que hay en su corazón: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Así es Jesús. Ha pedido a los suyos "amar a sus enemigos" y "rogar por sus perseguidores". Ahora es él mismo quien muere perdonando. Convierte su crucifixión en perdón.
Esta petición al Padre por los que lo están crucificando es, ante todo, un gesto sublime de compasión y de confianza en el perdón insondable de Dios. Esta es la gran herencia de Jesús a la Humanidad: No desconfiéis nunca de Dios. Su misericordia no tiene fin.
Marcos recoge un grito dramático del crucificado: "¡Dios mío. Dios mío! ¿por qué me has abandonado?". Estas palabras pronunciadas en medio de la soledad y el abandono más total, son de una sinceridad abrumadora. Jesús siente que su Padre querido lo está abandonando. ¿Por qué? Jesús se queja de su silencio. ¿Dónde está? ¿Por qué se calla?
Este grito de Jesús, identificado con todas las víctimas de la historia, pidiendo a Dios alguna explicación a tanta injusticia, abandono y sufrimiento, queda en labios del crucificado reclamando una respuesta de Dios más allá de la muerte: Dios nuestro, ¿por qué nos abandonas? ¿no vas a responder nunca a los gritos y quejidos de los inocentes?
Lucas recoge una última palabra de Jesús. A pesar de su angustia mortal, Jesús mantiene hasta el final su confianza en el Padre. Sus palabras son ahora casi un susurro: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Nada ni nadie lo ha podido separar de él. El Padre ha estado animando con su espíritu toda su vida. Terminada su misión, Jesús lo deja todo en sus manos. El Padre romperá su silencio y lo resucitará.
Esta semana santa, vamos a celebrar en nuestras comunidades cristianas la Pasión y la Muerte del Señor. También podremos meditar en silencio ante Jesús crucificado ahondando en las palabras que él mismo pronunció durante su agonía.


DISCERNIMIENTO, DIÁLOGO Y ORACION   

Para la revisión de vida
ü  Jesús fue, ante todo, históricamente hablando, un Mesías. Y a ese Mesías histórico es al que confesamos como símbolo especial de Dios. El Jesús que guía mi forma de ser cristiano - religioso, ¿es también Mesías? ¿Mi concepción de Jesús, es mesiánica, tiene algo de mesiánica, o pienso que eso del mesianismo es un concepto bíblico que hoy ya no tiene relevancia ni aplicación?
ü  ¿Mi seguimiento de Jesús, es “mesiánico”, está centrado en una esperanza para los pobres? ¿Prolongo el mesianismo de Jesús aquí y ahora, «viviendo y luchando por la Causa de Jesús», por una gran Utopía –como la que él llamaba Reino de Dios?
 
Para la oración de los fieles
Hoy responderemos: -Te amamos, Dios nuestro, creemos en Ti.
v  Contemplando una vez más tu pasión y tu muerte, Jesús, nos sentimos llamados a hacer nuestra tu Causa, tu esperanza, tu labor de Mesías venido para todos los que tienen esperanza. Por eso decimos:
v  Observando también tu pasión y tu muerte realizadas hoy día, en los hombres y mujeres que sufren cualquier situación de injusticia, opresión o exclusión, nos sentimos interpelados a intervenir en esas situaciones, y a consagrar nuestra vida a la tarea de ser y dar esperanza para los demás. Por eso decimos:
v   Al entrar en la “semana mayor” del año, nos sentimos unidos a todos los hombres y mujeres que creen en Cristo, esperando y deseando que llegue el día en que, más allá de cualquier frontera de separación religiosa, podamos decir todos juntos:
v   Al saber por Jesús que el amor es el criterio supremo por el que serán juzgadas todas las naciones, soñamos con que llegue el día en que los hombres y mujeres de todos los Pueblos y Religiones invoquemos al “Dios-amor, de todos los nombres” y le digamos a una sola voz:
v   Al comenzar una semana que también es para muchos de descanso, de interrupción del ritmo semanal ordinario, de vacaciones o incluso de turismo, queremos sentirnos unidos a todos los que en medio de esas actividades “profanas” no van a dejar de saber encontrarse consigo mismos y con lo divino que llevan dentro, por otras formas que las habituales; y con ellos queremos proclamar.

Oración comunitaria

Misterio infinito, que, de muchas maneras y de una forma constante a lo largo de la Historia, has hecho surgir muchos Mesías para salir al encuentro de las esperanzas de la Humanidad de todos los tiempos y de todas las religiones, especialmente al encuentro de las esperanzas de los pobres. Haz que los que nos sentimos iluminados por Jesús, admiremos consecuentemente su espíritu mesiánico de servicio y de lucha esperanzada, para que huyendo de toda imposición o arrogancia, y de toda alienación o resignación, pongamos siempre en el centro, por encima de todo, como él, la esperanza de un “cielo nuevo y tierra nueva donde more la Justicia”. Te lo queremos expresar con la esperanza misma de todas las personas y pueblos que hoy todavía siguen necesitando y esperando algún mesías salvador. Te lo pedimos a ti, que vives y haces vivir, en plenitud, por los siglos de los siglos.