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EVANGELIO DEL DOMINGO
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9 de Junio 2013
X DOMINGO TIEMPO ORDINARIO (C)
Lucas, 7, 11 - 17
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+Lectura de la Buena Noticia según San Lucas
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad
llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la entrada
de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su
madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al
verla el Señor, le dio lástima y le dijo: «No llores.» Se acercó al ataúd, lo tocó
(los que lo llevaban se pararon) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo,
levántate!» El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a
su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: «Un gran Profeta
ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.» La noticia del hecho
se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
Palabra
del Señor.
COMENTARIO
La manera como Jesús revela el
Reino sorprende a todos porque ni esperaban ni estaban acostumbrados a tan gran
apertura. Hasta Juan el Bautista se quedó como perdido y mandó preguntar:
"¿Eres tú el señor o debemos esperar a otro?" (Lc 7,18-30). Jesús
llegó a denunciar la incoherencia de sus anfitriones: "¡Sois como niños
que no saben lo que quieren!" (Lc 7,31-35). Y al final, como colofón de
esta novedosa apertura que trae la Buena Nueva del Evangelio Jesús aparece con
las mujeres (Lc 7,36-50).
En el texto de hoy, la
resurrección del hijo de la viuda, se encuentran dos procesiones: el gentío que
sigue a Jesús y el entierro. Recordemos que Lucas es como un pintor; con pocas
palabras consigue pintar el cuadro tan bonito del encuentro de las dos
procesiones: la procesión de la muerte que sale de la ciudad y acompaña a la
viuda que lleva a su único hijo hacia el cementerio; la procesión de la vida
que entra en la ciudad y acompaña a Jesús. Las dos se encuentran en la pequeña
ciudad, junto a la puerta de la ciudad de Naín.
Y Lucas también es llamado el
evangelista de la Misericordia y Jesús en este episodio la despliega con una
humanidad que impresiona: "Al verla el Señor tuvo compasión de ella y
le dijo: ¡No llores!" Es la compasión que lleva a Jesús a hablar y a
actuar. Compasión significa literalmente: "sufrir con", asumir el
dolor de la otra persona, identificarse con ella, sentir con ella el dolor. Es
la compasión que acciona en Jesús el poder, el poder de la vida sobre la
muerte, poder creador.
Esa compasión contrasta con la
firmeza de la orden: "¡Joven, a ti te digo, levántate!" Jesús
se aproxima, toca el féretro y dice: "¡Joven, a ti te digo, levántate!"
El muerto se incorporó y se puso a hablar. Y Jesús se lo dio a su madre".
El gesto de la resurrección nos
ayuda a experimentar mejor la presencia de la vida, de Jesús, de su Evangelio,
en medio de nosotros. El está hoy con nosotros, y ante los problemas y el
sufrimiento que nos azotan, nos dice: "¡Te lo ordeno: levántate!".
¿Sentimos la compasión y firmeza
de Jesús que se compadece de mí y me ordena levantarme de mi postración, de mis
bloqueos, mis miedos,...?
¿No sentimos ante esta Palabra la
llamada de lanzar en nombre de Jesús esta orden eficaz ante la postración de
nuestro mundo?
¿Me despierta la situación mortal
que se desenvuelve a mi alrededor la compasión propia del que cree en el
evangelio, en la Buena Noticia?
Y esa compasión que despierta en
nosotros la injusticia, la exclusión, la ruptura... ¿nos hunde en el duelo o
despliega nuestra acción evangélica?
Fijaos, por último en la
repercusión. "Todos se quedaron con mucho miedo y glorificaban a Dios
diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y Dios vino a
visitar a su pueblo" Y lo que se decía de él se propagó por toda Judea y
por toda la región"
Estamos celebrando el año de la
fe. La actuación de Jesús despierta la fe de quienes le contemplan. Nuestra
actuación, nuestra vida también, cuando apostemos por la vida y nuestra acción
genere evangelio, despliegue la Buena Noticia, generará fe, confianza y forjará
el Reino que, como seguidores de Jesús, estamos llamados a hacer presente entre
nuestros hermanos.
ORACION DE LOS FIELES
1.- Por el Papa Francisco, los obispos, presbíteros
y diáconos, para que el Señor los asista en la conducción de su iglesia en
estos tiempos, y les ayude a entender que el cuidado de la creación es parte
del proyecto de Dios.
ROGUEMOS AL SEÑOR
2.- Por todos los gobernantes y dirigentes de las
naciones, en especial la nuestra, para que sus acciones, vayan de acuerdo al
Plan de Salvación que Dios nos tiene.
ROGUEMOS AL SEÑOR
3.- Por las familias, para que estas sean el lugar
desde donde se comience por el respeto a la vida, como don gratuito dado por
Dios
ROGUEMOS AL SEÑOR
4.- Por las personas que están sin trabajo, sin
salud, sin fe;
para que la
presencia de Cristo salvador en sus vidas les fortalezca.
ROGUEMOS AL SEÑOR
5.- Por nuestra Hermandad, y por todos
los miembros de la misma, para que cada día el Señor nos de la perseverancia
para continuar llevando por todo el mundo el anuncio de su Palabra.
ROGUEMOS AL SEÑOR
6.- Por todos nosotros, reunidos hoy en
el Día del Señor, para que nos de la fortaleza necesaria para ser fiel a su
proyecto de vida.
ROGUEMOS AL SEÑOR
Señor,
siempre atento a nuestras necesidades, deseamos que estas súplicas sean bien
recibidas por Ti, Dios Padre Nuestro, con la seguridad de que Tú siempre
escuchas a tus hijos.
Y te lo pedimos por Cristo nuestro
Señor.
Amen.
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