|
EVANGELIO DEL
DOMINGO
|
16 Diciembre 2012
7
3º Adviento (C)
Lucas (3,10-18)
|
† Lectura
del santo Evangelio
En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?” El contestó:
“Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga
comida, que haga lo mismo”.
También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?” El les decía: “No cobréis más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” El les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”. Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?” El les decía: “No cobréis más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” El les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”. Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al
pueblo la buena nueva.
¿QUÉ
PODEMOS HACER?
La predicación del Bautista sacudió la
conciencia de muchos. Aquel profeta del desierto les estaba diciendo en voz
alta lo que ellos sentían en su corazón: era necesario cambiar, volver a Dios,
prepararse para acoger al Mesías. Algunos se acercaron a él con esta pregunta:
¿Qué podemos hacer?
El Bautista tiene las ideas muy claras. No
les propone añadir a su vida nuevas prácticas religiosas. No les pide que se
queden en el desierto haciendo penitencia. No les habla de nuevos preceptos. Al
Mesías hay que acogerlo mirando atentamente a los necesitados.
No se pierde en teorías sublimes ni en
motivaciones profundas. De manera directa, en el más puro estilo profético, lo
resume todo en una fórmula genial: "El que tenga dos túnicas, que las
reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo".
Y nosotros, ¿qué podemos hacer para acoger a Cristo en medio de esta sociedad
en crisis?
Antes que nada, esforzarnos mucho más en
conocer lo que está pasando: la falta de información es la primera causa de
nuestra pasividad. Por otra parte, no tolerar la mentira o el encubrimiento de
la verdad. Tenemos que conocer, en toda su crudeza, el sufrimiento que se está
generando de manera injusta entre nosotros.
No basta vivir a golpes de generosidad.
Podemos dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a hacer la experiencia
de "empobrecernos" poco a poco, recortando nuestro actual nivel de
bienestar, para compartir con los más necesitados tantas cosas que tenemos y no
necesitamos para vivir.
Podemos estar especialmente atentos a
quienes han caído en situaciones graves de exclusión social: desahuciados,
privados de la debida atención sanitaria, sin ingresos ni recurso social
alguno... Hemos de salir instintivamente en defensa de los que se están
hundiendo en la impotencia y la falta de motivación para enfrentarse a su
futuro.
Desde las comunidades cristianas podemos
desarrollar iniciativas diversas para estar cerca de los casos más sangrantes
de desamparo social: conocimiento concreto de situaciones, movilización de
personas para no dejar solo a nadie, aportación de recursos materiales, gestión
de posibles ayudas...
La crisis va a ser larga. En los próximos
años se nos va a ofrecer la oportunidad de humanizar nuestro consumismo
alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de las víctimas, crecer en
solidaridad práctica, contribuir a denunciar la falta de compasión en la
gestión de la crisis... Será nuestra manera de acoger con más verdad a Cristo
en nuestras vidas.
ORACION
Para la revisión de vida
ü
Buen tiempo, éste de
adviento, para hacerse la pregunta que se hacía la gente al escuchar a Juan: "y nosotros, ¿qué debemos hacer?".
Pregunta de conversión que también yo debo hacerme. A la luz de este evangelio,
¿qué respuesta creo que me daría el radical profeta Juan?,
¿qué debo hacer?
Para la reunión de grupo
ü
En la próxima Navidad
volvemos a recibir la alegría y el alborozo del nacimiento de Cristo. Pero,
preguntémonos: ¿se ven por algún sitio, en nuestro mundo, en nuestra sociedad
los signos de la llegada del Reinado de Dios? ¿Es Navidad en el mundo? ¿Dónde
nace Jesús? ¿Qué significa realmente ser navidad? ¿Les llega a los pobres la
salud, la vida, el empleo, la justicia... las Buenas Noticias? ¿Qué
podemos hacer para que esta navidad nazca efectivamente Jesús a nuestro alrededor?
ü
¿Celebra también la Navidad en
nuestra ciudad algún grupo étnico o religioso diferente del nuestro? ¿Sería
coherente con el sentid cristiano de la Navidad el acercarnos y establecer
contacto, diálogo, conocimiento mutuo, posible colaboración?
Para la oración de los fieles
v
Para que en este adviento
sigamos alimentando nuestra esperanza, profundizándola y compartiéndola,
roguemos al Señor
v
Por todos los que en estos días cercanos a la
navidad se sienten tristes o nostálgicos, lejos de sus familias, en soledad...
para que la fuerza de su amor supere todas esas distancias y les haga sentirse
en comunión universal...
v
Para que nos preparemos a la
celebración de la navidad con realismo tratando de hacer que "efectivamente
nazca Jesús" a nuestro alrededor...
v Para que en estas vísperas de navidad la austeridad de Juan Bautista, el precursor, nos recuerde que la
sobriedad en el gasto motivada por el deseo de compartir con los más necesitados,
es para los pobres una buena noticia que anuncia la efectividad del nacimiento
de Jesús...
Oración comunitaria o familiar
Oh Dios y Padre-Madre de
todos los seres humanos: al acercarse las entrañables fiestas de la navidad te
pedimos que hagas aflorar en nuestras vidas lo mejor de nuestro propio corazón,
para que podamos compartir con los hermanos que nos rodean tu ternura, tu mismo
amor, del que nos has hecho partícipes. Nosotros te lo pedimos por Jesús, hijo
tuyo, hermano nuestro. A Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario